El espacio geográfico en el que se asientan los molinos busca necesariamente la proximidad de un cauce de agua, río o arroyo, con un cierto nivel de caudal. Por eso, en O Pereiro de Aguiar, la mayoría de ellos se encuentran en el río Loña, río que es necesario presentar.

El Loña es el más importante afluente del río Miño en la provincia de Ourense por la izquierda de su cauce desde que, en Os Peares –en el límite entre ésta provincia y la de Lugo-, se le une el Sil. Desemboca cerca de la capital, dando origen al pueblo de su nombre en la parroquia de Velle (Santa Marta), tras haber descendido encajonado desde el embalse de Castadón (ca. 250 m.), sito en el extremo del Ayuntamiento, ya en territorio de Pereiro de Aguiar (parroquia de Tibiás).

Nace más allá de éste, en el ayuntamiento limítrofe de Nogueira de Ramuín, tramo que puede ser considerado como el alto. Su nacimiento se produce en las estribaciones de Cabeza de Meda, al pie del monte de la sierra, en cuya cumbre se halla el santuario de la Virgen del Monte (ca. 700 m. de altitud), descendiendo al entrar en el de Pereiro a cotas en torno a 400 m., manteniéndose constantemente por debajo de dicha altitud, que en el embalse de Cachamuíña está en torno a 350 m., O Pereiro de Aguiar está, pues, en su curso medio.

El río discurre en aquel ayuntamiento por las parroquias de Loña do Monte (San Salvador)y Rubiacós (Santa Cruz). En el de O Pereiro de Aguiar entra por la de San Ciprían de Covas, y continúa por las de Santa Marta de Moreiras, San Salvador de Prexigueiró y Santa María de Lamela-entre ésta y aquella está el embalse de Cachamuíña-, para pasar finalmente por la de San Bernardo de Tibiás, dónde concluye su trayectoria en este ayuntamiento. El régimen de este corto río es pluvial, preferentemente, pudiendo ser, en menor medida, pluvio-nival.

Los edificios de los molinos tienen, generalmente, una estructura regular, con gran simplicidad de volúmenes. Así, suelen ubicarse en paralelo con el cauce del río, en desnivel hacia él, a fin de que el agua que viene por el canal entre por la fachada (parte superior) y salga por el lado opuesto (parte inferior), aunque a veces se halla en posición transversal. Tienen por ello una planta rectangular, con los muros de mayores dimensiones por el lado del cauce.

El material de construcción es piedra granítica de mampostería, esto es, trozos de piedra sin labrar, irregulares, de dimensiones medias, piedras trabadas sin ayuda de mortero, generalmente, buscando su mejor asiento. Para el enripiado se rellenan los huecos con pequeñas piedras. Las piedras mayores se colocan en la parte exterior de los muros, trabajados a veces, y los menores en la interior. En los ángulos de los edificios y sobre los distintos vanos (puertas y ventanas), las piedras se seleccionan con especial cuidado. En lo que atañe a la cubierta, suele hacerse a dos aguas generalmente. En el interior tiene dos niveles, el superior o “terminado” – nombre que recibe asimismo el suelo en el que cae la harina-, y el inferior, llamado sartén o “infierno”, en la que está el mecanismo que mueve la muela, ya debajo del piso, que está abierta hacia el río.

A fin de dar a conocer las características de los molinos y los valores que atesora el río Loña en sus inmediaciones, hemos seleccionado cinco en el elenco estudiado en este ayuntamiento de O Pereiro de Aguiar. Son éstos molinos: molino “do Faba”, al inicio de la amplia vega de Boeiros; el molino “do Orentino”, en parte media y el molino “da Penela/ do Cambeiro”,en su parte final con variantes tipologías.

Así el primero incluye una casa adosada bajo el mismo techo, y un gran puente, paso sobre el río que en el segundo es un sinuoso y estrecho puente de losas con acceso por el desagüe de las muelas, con notables soluciones constructivas en el molino a partir de la utilización de cantería, y en el tercero la casa es un anexo, en desnivel, con relieves en la entrada. Sus grandes presas y largos canales definen en ellas los espacios. El molino “dos Gozos”, próximo al lugar de A Derrasa y en el lugar más bajo de la llanura, es el mayor conjunto de muelas, en las que entra el agua prácticamente desde la presa. Su proximidad al santuario le da, además, una riqueza especial en el aspecto documental. Finalmente el molino “do pontillón”, en Cachamuíña, ubicado a continuación de la presa y ya encajonado, obra singular por su estructura y novedosa aplicación de la fuerza del agua.

Todos ellos, y alguno especialmente, es susceptible de ser declarado como “Bien Cultural”. Desde su análisis, nos acercamos a una tecnología hidráulica y de transformación del cereal, ante todo, pero además a unos espacios fluviales, reveladores de un “modus vivendi” multisecular, aún cercano en el tiempo.

En definitiva, a unos espacios naturales marginales en los que el hombre ha dejado un inmejorable ejemplo de utilización del medio ambiente, aprovechando la orografía. El orden que seguiremos es el del curso natural del río.

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